La vida tiene muchos resquicios. No solo hay blanco y negro, sino que existe una amplia gama de medios tonos; sino, solo nos quedaría la elección de vivir o morir.
ELECCIÓN O ACEPTACIÓN
Durante estos próximos meses trabajaré en la calle con eÑefante, no porque lo haya elegido, sino porque he aceptado la señal de la providencia. Ella no se equivoca.
Cuando la mayoría se empeña en justificarlo todo desde la crisis, en lamentar su situación culpando siempre a los demás porque "no hacen las cosas como debe ser" (el otro, los otros, la globalización...) digo que, algunos decidimos continuar con una actitud positiva. Confiando en que el trabajo dará frutos.
Nadie podría quitarle mérito, por ejemplo, a una madre que saca adelante a sus hijos, a pesar de que el padre falle en reiteradas ocasiones. Esto debe servir para que ella se sienta satisfecha, para que salga fortalecida por sus logros; sería para sentirse orgullosa.
Ahora estoy ganándome la vida en la calle, trabajando dignamente. Y eso no es de lamentar. Si lo sería esconderse y poner excusas. Pero voy a seguir luchando para llegar a la realidad que quiero, no a la que el resto pretende acomodarse.
Confío en que pronto podré ayudar yo también. Sigo creyendo en mi.